lunes, 12 de julio de 2010

Despertó para ser campeón

Extrañaremos el mundial

Sudáfrica 2010; nadie olvidará este rótulo, el cual llevará de inmediato a pensar en las tantas emociones que se dieron cita en aquel país, nadie olvidará que el torneo empezó con partidos aburridos, nadie olvidará lo que varió de una instancia a otra; nadie olvidará las tantas sorpresas y gratas revelaciones que se dieron. Nadie olvidará que hubo un nuevo campeón.

Pero si de revelaciones se trata ayer Uruguay se llevó todos los aplausos; un equipo que "entró al mundial por la ventana", dejando muchas dudas en cuanto a su consistencia como colectivo, aunque ninguna en cuanto a individualidades; al menos aquí en Sudamérica sabíamos mejor quién era Forlán, Abreu, Suárez o Lugano; y también sabíamos que si ese colectivo mejoraba los charrúas podían hacer grandes cosas, sin embargo ni el más hincha de la celeste imagino tremenda campaña, una campaña que finalmente los dejó parados como los mejores representantes de esta parte del mundo, superando a grandes potencias como Brasil y Argentina. Alemania merecía el tercer lugar y diría que hasta un subcampeonato hubiese resultado justo para los germanos, quienes se mostraron sólidos y fuertes todo el campeonato, salvo el partido de quiebre ante una España que despertó. Se podría decir que Muslera fue el responsable de esta derrota, pero creo que es incuestionable que lo hecho tanto por Alemania como por Uruguay los coloca con justicia entre los mejores equipos del mundo. Tal y como lo dije en el post anterior, el partido se jugó con las ganas de siempre, con las ganas de ganar y como juego (estéticamente hablando) fue mucho mejor que la final que nos vendría al día siguiente. El último beso al travesaño fue la cereza a la deliciosa torta de una lucha emocionante, donde ambos equipos fueron ganadores y desde esta tribuna les ofrezco mis aplausos, ya que de hecho fueron dos de los equipos que, ante esta nueva tendencia táctica defensiva, pusieron siempre la cuota de vértigo que tanta falta le hizo a este mundial y el tiempo finalmente les dio la razón.

Ya en la final españoles y holandeses se vieron las caras en un choque de "nuevos ricos"; por un lado los naranjas, quienes ya habían estado antes en dos finales, querían por fin coronarse como los mejores del mundo, mientras los hispanos eran nuevos en todo, nuevos en llegar a una final y con aspiraciones de ser campeones por primera vez en su ascendente historia. Luego de una ceremonia de clausura simplemente espectacular (y no lo digo sólo por las movedizas caderas de Shakira), se jugó una final cuyo primer tiempo pecó de discreto, aunque claramente se vislumbró la tónica que seguiría el cotejo, mientras España intentaba poner la pelota en el césped y jugar tocando, Holanda estaba más preocupado en cortarle los circuitos a los de Del Bosque, recurriendo para ello al juego brusco, pareciéndose más a la vieja escuela italiana que a la "delicatesse" escuela holandesa a la que siempre estuvimos acostumbrados. Pero como ese ritmo de marcación es tan intenso y el físico humano, por ahora, no es capaz de sostenerlo durante tanto tiempo, España comenzó a tomar protagonismo en las instancias finales del segundo periodo, aunque vale decir que los holandeses tuvieron también sus oportunidades, sobre todo utilizando la velocidad de Robben en el contraataque. Atrás Casillas estuvo enorme cuando fue requerido, pero Stekelenburg no se quedó atrás cuando los ibéricos atacaron. Así, con el cero a cero clavado, nos fuimos a los suplementarios. En la fatídica y extenuante media hora adicional la "Naranja Mecánica" soltó las riendas porque el físico ya no les daba, menos aún después de sufrir la expulsión de Heitinga. La "furia" respetó el estilo estético de su medio campo, donde la técnica y la movilidad eran sus mejores armas, Villa por su lado esperaba siempre el último toque para definir, pero ese toque no llegaba debido a las oportunas intervenciones de la defensa anaranjada. Pero en un letal contragolpe los españoles encontraron el gol y la fiesta se desató. Andrés Iniesta, ese que no tiene pinta de "crack" pero que lo es sin ninguna duda, y que a su vez le dedicó el tanto a Dani Jarque, un back del Espanyol que se había convertido en uno de los mejores amigos del "cerebro" y que falleció trágicamente en Italia; sí, fue justamente el "8" ibérico el encargado de desatar la locura en la madre patria, con un buen tanto de pierna derecha. Lo demás fue todo alegría y jolgorio, una victoria merecida que ni siquiera se empañó por el arbitraje de Howard Webb(on), quien se complicó más de la cuenta, pero que valgan verdades a pesar de sus errores sacó adelante un partido sin alterar el rumbo natural de las cosas; ganó el justo ganador y es campeón quien mejor jugó.

Y si nos remontamos al primer partido podríamos decir que España empezó mal perdiendo ante Suiza, hoy quizás podríamos darle otro enfoque: esa fue tal vez la derrota que necesitaban los españoles para pisar tierra y saber que, por muy favoritos que hayan sido, si en este mundial no jugaban con todo simplemente no conseguirían nada. A partir de eso nada frenó el paso de los rojos, y en base a un estilo que, aunque al principio parecía mezquino, resultó ser el más estético del campeonato, lograron un título histórico que los pone en el podio de los grandes del mundo. Premio a la organización futbolística de un pais alberga la que para muchos es la mejor liga del planeta, y que además cuenta con un concenso de los clubes, quienes ahora dan oportunidad también a los canteranos, algo que no sucede en otras latitudes, como por ejemplo en Italia, quienes prescinden en sus clubes de jugadores locales y ahí están los resultados. Para mí resulta injusto decir que este España tiene sabor a Barza, ya que jugadores trascendentales (aunque quizás no luzcan tanto como los catalanes) como Sergio Ramos, Xavi Alonso, Iker Casillas y el mismo Vicente Del Bosque, son madridistas de corazón; podría decir que hubo una buena amalgama entre ambos "compadres", y que el resultado es un gran cuadro que ahora da la hora en el mundo entero.

En cuanto a los demás reconocimientos que la FIFA otorga a los jugadores más destacados aquí lo siguiente:

Guante de Oro, consideración al mejor portero del Mundial: Iker Casillas (España).
Balón de Oro, consideración para el mejor jugador del mundial: Diego Forlán (Uruguay).
Jugador revelación: Thomas Mueller (Alemania)
Botín de oro, consideración para el goleador del campeonato: Thomas Mueller (Alemania)
Premio al Fair Play, para el equipo que menos faltas cometió, menos expulsiones sufrió, menos tarjetas recibió: España.

A pesar de que fue un mundial por momentos soso, podríamos decir que al final se arregló y con creces, aunque su promedio de gol ha sido el peor de la historia de los mundiales, pero algo que no podemos negar es la justicia en las premiaciones, y que de ahora en adelante la nueva tendencia del juego estético español será copiada a nivel de todos los equipos del mundo; un deleite para los ojos del hincha.

Felicitaciones al campeón y qué viva el fútbol bello.

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