jueves, 4 de marzo de 2010

¿Y dónde están?

¿La ley del ex?

No sé si les habrá pasado a ustedes, pero al menos a mí esto me está volviendo loco. Resulta que cuando uno tiene enamorada y comienza a surcar los terrenos de la estabilidad y responsabilidad por alguna razón las tentaciones empiezan a llover. Entonces rechazas toda oferta de pendejeo, con la única intención de respetar a la persona a la cual dices amar a cabalidad; te ganas respeto pero desechas oportunidades de buenos ratos, claro la idea es no hacer mal karma, pero finalmente te convertiste en un enamorado fiel, de esos que hoy en día hay tan pocos (dicen las mujeres). Cuando tienes pareja las ex enamoradas, seguramente experimentando problemas pre-maritales, sienten una extraña curiosidad por saber cómo te va en el terreno del amor. Te hacen preguntas de corte incómodo como "¿ya me olvidaste?", o "¿y es mejor que yo en la cama?", o la peor, "¿a quién amaste más?"; y, carajo, uno trata de resolver inteligentemente el dilema, le dices a esa persona que cada relación es distinta, que de hecho nunca olvidarás los buenos momentos que pudieron pasar, pero que ahora te debes sólo a tu pareja, la persona que te hace feliz y a la cual, supuestamente, haces feliz. Pero siempre en tu cabeza estará el clavito de saber si quizás aquella ex merece otra oportunidad, de repente habría madurado, se habría convertido en una experta en todos los campos amorosos y sexuales, y los ratos bonitos podrían convertirse en momentos memorables. A las finales decides dejar eso al destino, si algún día estás soltero y te busca esa ex, ya pues, a cobrar.

Entonces llega la soltería y con eso varias expectativas; te sientas en la computadora a ver si te encuentras con alguien en el MSN, alguien, no, me refiero a la ex, o a las ex's, que tanto te jodían, para decirles sutilmente que estás soltero y sin compromiso, "suelto en plaza", libre ante cualquier especulación de salida, bebida o demás placeres. En ese momento te sientes el más deseado del planeta, le harás un favor a tu ex, finalmente estás soltero, ah, sí, sonríe, estoy "free", aprovecha antes que llegue otra...JA. Qué lejano de la realidad. Porque cuando finalmente estás dispuesto a experimentar los nuevos embates que las muchachas ex-firmes te puedan ofrecer, te encuentras con todo tipo de miedos, temores y por supuesto, rebotes. Te encuentras con relaciones estables, nada que ver con lo que te habían pintado o con lo que habias imaginado, te encuentras con convivencias firmes e inquebrantables, ¿qué, ya viven juntos?, tú ni enterado, y pensando que te ligaría. Te encuentras con planes de matrimonio, por cierto, no estás invitado a la boda, qué chucha.

¿Y dónde están?, tanto que jodían, y ahora, ¿desaparecen de la nada?, ¿dónde quedaron las chelas ofrecidas, las lágrimas, las relaciones inestables, las ganas de tener sexo o simplemente de tomarnos un vino?, se fue todo por el water, y uno sin poder hacer nada al respecto, ya que al final siempre es de aplaudir que a una pareja le vaya bien, nada que decir. Pero bueno, siempre uno es el que queda tirando cintura, pero falta lo mejorcito. Finalmente te liga una. Una de tus ex te dice que pueden ir a almorzar un domingo. Tú piensas "¿domingo?, ¿hora de almuerzo?, preciso", de ahí salen unas chelas y de ahí a usar el condón que te queda, sí, aquel que se está pudriendo de tanto tiempo sin ser usado. Bueno te pelaste, invitará a su novio, dice que para ella sería "súper especial" que se conocieran y que fueran amigos, que el no es celoso, y que siempre le ha hablado de ti. ¡BAH!, creo que la llamada "ley del ex", esa que dice que no hay nada más peligroso que dos ex enamorados se encuentren, es una brutal aberración a mi propia realidad; simplemente conmigo no va. De repente con ustedes sí ha funcionado, pero en mi caso jamás he experimentado esos burdos instantes llamados "remembers", es algo que aún me falta vivir, una de esas tantas cosas. Y bueno, hablando de cosas que me faltan por vivir, también debo mencionar lo inexperto que soy para generar encuentros con ex's, de repente me faltan unas cuantas clases de gente que conozco y que es realmente perita en el tema (ojo, dije "peRita"). Pero hoy por hoy digo, prefiero las nuevas experiencias, esas que gracias a los poderes superiores nunca me faltan, y que mal que bien me enseñan, y resignado a no vivir situaciones que ya viví antes, les digo a ustedes que este "zapato viejo" (nadie se lo quiere volver a poner) se retira a la espera de esas cosas que realmente me hacen escribir.

Quizás todo esto fue una nueva experiencia después de todo.

2 comentarios:

  1. Es verdad, asumir nuevos retos y nuevas experiencias creo que nos mantiene siempre vigentes en todo aspecto. El pasado es para aprender de él no para revivirlo. Bien Bencho.

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  2. Asi es, esas palabras del popular Homero, estan en lo cierto!

    El pasado que te sirva para aprender y para no volver a cometer los mismo errores y sobre todo para estar mas "vivo"...

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