Hombre

Cuando el machismo va en sentido contrario

¿Qué es un hombre?, para responder a esta pregunta debemos olvidarnos, por un momento, de cuestiones de género. Cuando alguien habla de un hombre, no habla, precisamente, de alguien que va al baño del símbolo del sombrero, sino que, más bien, expresa algo mucho más profundo, viril y, hasta cierto punto, autoritario.

Un hombre se define por sus acciones, por su seguridad y por su capacidad de apoyo a diversas causas, en las que puede estar, queramos o no, inmiscuida su pareja sentimental, por citar un ejemplo. La forma más sencilla de definir a un hombre, es indagando qué es lo que quiere una mujer: y una mujer quiere a un hombre (vaya perorata). 

Desde ese punto de vista, una mujer desea cariño, comodidad, y por sobre todo, seguridad. La seguridad, que es un punto amplio y bastante polémico, implica diversas cosas: matices desde el ángulo económico, algo que, sin lugar a dudas, puede marcar un antes y un después de una relación. Matices de aspiraciones. Veamos, tú puedes tener tu "gran chamba"; ganar lo suficiente como para poder solventar una vida cómoda y sin muchas preocupaciones, pero, ¿qué hay si no aspiras a más?, entonces viene la pregunta del millón, ¿es que acaso mi pareja es conformista?, ¿qué carajos es alguien conformista?, bueno, como su nombre bien lo indica, una persona conformista es aquella que se conforma con lo que ha obtenido, seguramente pensando que ha llegado a un techo, a su límite; pues bien, eso es algo que una mujer con aspiraciones no te va a perdonar.

Digo que el tema es polémico porque el amor, o al menos la imagen que tenemos del amor, nos ofrece una perspectiva romántica de una relación, superponiéndola ante cosas más, digamos, materiales o cuantificables, por ejemplo: "ay, mi amor se puede quedar sin trabajo pero yo lo mantengo y lo mantendré por siempre porque lo amo", ¡FALSO!

Acabemos la polémica porque ni siquiera debería de existir en este caso. El amor es tan importante como la seguridad que puede ofrecer tu pareja. Digo esto, obviamente, suponiendo que estamos hablando de relaciones relativamente serias y con visión a futuro - claro, alguien que sabe que está "de pasadita nomás", no te va a exigir nada ni permitirá que se lo exijan.

En conclusión: un hombre es aquellla persona capaz de asumir no sólo sus responsabilidades, sino también más que eso, es decir, un hombre es el que, además de lo que ya muchos ofrecen, adiciona un "plus" a sus potencialidades. Esto hará, simplemente, que su pareja se sienta plenamente segura de que está lidiando con alguien igual o superior, y que por lo tanto sería una viga en caso de terremoto, antes que una pared a punto de desplomarse. 

Ahora, la pregunta de los dos millones, ¿cómo saber si se es un hombre o no?, pues eso es algo que no podría responder, por la simple razón de que no siento aún ser un hombre, según la definición antes mencionada. Para los bohemios es más difícil llegar a esos niveles y no es excusa, es una realidad. ¿Se puede?, claro que sí, o al menos eso creo. Quedará en cada uno elegir lo que desea para luego, o sea, aceptar las exigencias de aquellas personas que desean compartir una vida contigo y que, por diferentes circunstancias, se dan cuenta de que no eras lo que buscaban. 

Vayamos a las alternativas:

Opción A: Mandarlas a la mierda y seguir con tu vida creativamente bohemia y divertida.

Opción B: Ponerte serio y pensar en que tus hijos no vivirán de tus maravillosas experiencias fabulosamente narradas, o condimentadas con el más rico alcohol etílico.

La respuesta la tendrá cada uno. Por ahora, yo prefiero reservarme cualquier otra opinión.