Apologías y culpas, sin fundamento
Antes de escribir el post, tuve el flash de que este podría ser el inicio de una secuela de textos especialmente diseñados para aquellos idiotas, como yo, que se tardan mucho más de lo "normal" en olvidar a una persona despreciable y nauseabunda, a la que tipificaremos con el adjetivo más coloquial que pude encontrar, y siempre considerando que mi sexo es masculino y que soy heterosexual: "Puta".
En este preciso instante, escucho la canción "Total Interferencia" de Charly García, una obra maestra, abstracta y destructiva, que mueve mi cerebro multipolar en distintas direcciones, haciendo que salgan ideas como esta. Desde luego, no espero que les guste a todos; escribo por escribir, sí, siempre fue así, y más ahora. Escribo por escribir, y porque escribir es una de esas maneras, pocas maneras, que tengo de decir lo que pienso, sin necesidad de someterme a juicios aciagos e infructíferos, concebidos por gente que no considero tan importante como aquel que se sienta frente a su PC y le dedique unos minutos de su, tal vez, valioso tiempo a leer esta idiotez. Creo que quedó claro, así que no dictaré más conclusiones.
¿Cómo olvidar a una puta?, sí pues, ¡cómo olvidarla!, es muy fácil engatusarse con sus naturales encantos femeninos y su facilidad para hacernos creer que el mundo es de su color preferido, aquel color que ella pinta con su cincel vaginal y su adictivo olor a jazmines, comprado por catálogo. Lo difícil es sentarse un día en la banca de un bar, verla pasar con otro idiota y no sentir un carajo de lo que antes se sentía. Ese es el reto.
Sin embargo, para saber cómo olvidar a una puta, hay que distinguir los tipos de putas que existen en esta vida hipócritamente social:
Existen las putas que cobran por sus servicios. Dirán ustedes, ¿quién demonios podría sentirse enamorado o, en su defecto, obsesionado con ese tipo de putas?, respuesta simple: YO. Y si creen que es imposible, pues, lo acabo de descartar, el otro es Richard Gere, así que ya somos dos. Y contigo, tres, así que dejemos de hacernos los huevones. Este tipo de putas tienen algo especial, bueno, dependiendo de cuál sea el prostíbulo. Si la puta vale menos de 20 soles no deberás esperar que te engatuse mucho. Lo que hará será gritar como una loca para que te vengas rápido y que entre el siguiente. Las que cobran de 50 soles hacia arriba, manejan mejor su arte histriónico. Incluso suelen ofrecer una frasuela bastante interesante: "trato de pareja". ¿Trato de pareja?; ¿o sea que la puta te dará besitos en la boca y cariño en la cabeza?, ¿te preguntará cómo estás y qué tal te va en el trabajo?, ¿te aconsejará si tienes algún problema?; ¿hará todo eso?, respuesta: SÍ. Lo hacen y lo hacen muy bien. Aunque nunca he llegado a ese nivel de soledad, lo he visto. Sobre todo en cuarentones o cincuentones que, al verse abandonados por sus mujeres y no querer pasar nuevamente por esa experiencia económicamente tan ingrata, hacen lo más barato: Reemplazar el cariño de una pareja con el de una puta. Esto convierte a ese tipo de putas en perfectas heroínas de la sociedad. Sí, esto ya es una apología, y no saben el orgullo que siento en estos momentos, ya que estoy reivindicando un nombre injustamente usado para describir a putas de otros tipos, esas que sí son dañinas.
Para terminar con este tipo de putas, también las hay de mayores precios, inimaginables, inconmensurables, así son las sumas de dinero que se pagan diariamente, en todas partes del mundo, por las putas de "alto vuelo". Una salida con ellas te puede costar 1000 dólares, siendo austeros. Imagínense cuánto cobrarán las que salen en los catálogos de Play Boy o, ya volviendo al Perú, las que aparecen en programas cómicos sabatinos. Bueno, en realidad, esas últimas son más baratas.
Lo interesante de las putas caras es que salen contigo al mundo exterior, y se portan como si fueran tu pareja real. Provocan la envidia del vulgo masculino y no escatiman muestras de cariño o de atracción que acentúen esa envidia. Juegan más con los egos que cualquier otro tipo de puta. De pronto el adquisidor se siente como un narco mexicano o algo así. Quizás lo sea. Pero al final está haciendo lo mismo que el resto de parroquianos.
¿Cómo olvidar a este tipo de putas?, fácil, con otras putas del mismo tipo, hasta que encuentres algo mejor que hacer. En caso de obsesión, es recomendable ir a un psicólogo, quizás él pueda tener amigas que cobren menos, porque hasta ahora no he conocido un solo psicólogo que no sea burdelero.
Las heroínas de la sociedad, las que practican el oficio más antiguo del mundo, a veces pueden ser las más bandidas y rompe corazones, pero conocen su chamba y hasta ellas tienen códigos, pienso que uno de ellos es: NO ENAMORAR A TU CLIENTE. No les encuentro punto de comparación con el otro tipo de putas, del cual hablaré en la próxima edición de:
"¿Cómo olvidar a una puta?"
(Consultas, quejas o comentarios, a la hot line; o al menos esperar a que termine de escuchar por enésima vez la canción de Charly: "... estamos como aquel amor que se echa a perder...")
Interesante tu publicación, no es la primera vez que leo tus crónicas pero en este caso cometes unerror respecto a ese código "NO ENAMORAR A TU CLIENTE" en efecto ellas deciden si vale la pena o no enamorar a un cliente determinado; si debemos enunciar una regla de oro en el mundo putero sería esta: "El que se enamora pierde", esta se aplica tanto para putas como para clientes y asi muchas cosas mas que no alcanza describir en esta casilla. En caso desees ahondar mas en este tema me das una llamada o me buscas, al fin y al cabo ya sabes donde vivo
ResponderEliminarMe gustó tu relato. Espero con ansias la segunda parte. Saludos
ResponderEliminarEl carlos es maricon
ResponderEliminarverdaderamente una tragedia enamorarse de una puta ha que te puedo decir es una locura interminable pero como dices olvidarla con otra puta creo que jamas terminare de olvidar una y una tras otra....verdadramente ocuoamos un sicologo pero la final es como una droga que te hace sentir bien....ho dios mio quien las invento...
ResponderEliminarya somos dos amigo mio aunque un poco tarde es noviembre del 2013 poco mas de un año para cuando escribiste esto yo estaba en miel sobre ojuelas con mi adorada arely ahora a poco mas de un año de haberlo mandado todo a la goma aquella niña me hacia sufrir tanto quiza `por que creia amarla poco mas de la cuenta con el tiempo comprendi que solo era una mas en mi camino dios la bendiga hasta el ultimo dia de su existencia mauro sosa
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