domingo, 17 de julio de 2011

Todos al "bus del ganador"

Crítica a la afición peruana (si te sientes aludido, di en el clavo)

¡Vengan!, ¡vengan!, no sean tímidos y, sobre todo, no nos hagamos los huevones. Subamos de una vez al coche del ganador, está nuevecito, recién comprado y a crédito, un crédito que probablemente jamás paguemos, porque somos vivos, pendejitos, criollos. ¡Suban!, ¡no se queden!, se van a perder la fiesta, el baile de los que sobrábamos y que ahora estamos metidos en la meca del fútbol continental. ¿Entraremos todos en el bus?, ¿me parece o hemos aumentado?, antes éramos poquitos, ahora somos un huevo. Sí, ¡cómo ha aumentado la cantidad de hinchas!, ¡es impresionante!, antes a quién se le ocurriría postear sobre la selección en el muro del Facebook, cuando la bicolor jugaba medio bien medio mal, pero solía perder, sea con el DT que fuera.

¿A quién se le ocurría poner un mensaje de apoyo?, ¿a quién?, ¿alguien hablaba entonces de que el pisco era peruano, de que nuestro himno era hermoso, de que nuestros colores eran bellos?, ¿alguien hablaba de ganar?; ¿ganar?, qué palabra más desconocida, pero ahora todos somos ganadores. Claro, somos un montón de ganadores, que ahora añoramos, con el rótulo de "hinchas sufridos", una final de Copa América y una posible victoria que nos haga probar un poquito de gloria. Divina gloria.

Sigo pensando si el bus es lo suficientemente grande para todos, o si mejor sería que aquellos que esperaron tan pacientemente un momento como éste para salir a decir que "aman a la patria", deberían esperar también el próximo bus, ¿sería justo no?, digo, hay gente que está haciendo cola aquí desde hace muchos años, que siempre se preocupó del asunto, que siempre "estuvo ahí". Bueno, deberé entonces apelar a la conciencia de cada uno. Cada quien sabe cuánto de este momento es 'gozable' para uno mismo, y cuánto no.

Lo siento, hermanos hinchas, el bus del ganador está repleto, y está a punto de partir a destino incierto, hasta que sus ruedas de la humildad se desgasten y hasta que su gasolina, el éxito, se termine, entonces el bus volverá a estar vacío. Y la cola seguirá siendo corta. Aunque lo bueno es que ese bus estará tan apretado, que el ahogo es inevitable, mientras que los que nos quedamos fuera del bus, quizás tengamos más espacio para tomarnos unos piscos y comernos un rico ceviche.

¡ARRIBA LA HUMILDAD!, ¡abajo el simple consumo de éxito!
¡ARRIBA LA PASIÓN!, ¡abajo el resultadismo!

¡ARRIBA PERÚ CARAJO!

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por la clasificación. Si te soy sincero cuando España ganó el mundial yo sólo empecé a apoyarla cuando Iniesta marcó el gol. Antes no.

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