martes, 4 de enero de 2011

Mañana bendita

Dicen que al que madruga ...

Reviso mi desgastado celular hasta llegar a la lista de llamadas entrantes y entonces veo las 3 estrellas que han alumbrado esta mañana. Tres llamadas que hicieron que inicie mi mejor mañana de este nuevo año que de verdad promete. Veremos si cumple.

Llamada 1: Empleo

Finalmente alguien se acordó de que PUEDO chambear. La semana pasada estuve casi dos horas en una empresa consultora, rindiendo diversas pruebas para luego ir a la entrevista personal. Después de todo el bolondrón de transición de año, recibí esta mañana una nueva llamada. Si bien es cierto no me dijeron que "ya estaba", me preguntaron por algunas referencias, obviamente tuve mucho cuidado al darlas, porque por ahí no falta un distraido que ni siquiera se acuerde de mi nombre. En fin, veremos qué sale. Pero de que me alegró, sí... me alegró y mucho.

Llamada 2: Adorable complicación a la vista

Recuerdo claramente ese día de inicios de Diciembre, cuando conocí a una adorable chica cuya vida ha pasado por diversos estrépitos, haciendo de ella una inacabable fuente de experiencias. Esa noche no acabó en nada chabacano, más bien me sorprendió que nos respetáramos tanto a pesar de que tranquilamente pudimos hacer cualquier cosa sin dar explicaciones a nadie. Me dijo esa noche que tiene mucha experiencia en chicos pero que no había conocido a alguien como yo. Tardé varias horas en darme cuenta de que fue un halago. Finalmente, se fue, y aunque tratamos de mantener una comunicación virtual, es algo difícil coincidir siempre en el MSN o el FB. Uno de los mini-proyectos de este 2011 que recién empieza, era olvidarla, sacarla por completo de esa memoria de corto plazo que siempre me falla, para convertirse en largo plazo. Sé que es una bandida de aquellas, pero quién no lo ha sido. Hoy me llamó y me dijo que no me ha olvidado. Que pronto pasará por aquí para "escaparnos". No tenía porqué hacerlo. ¿Qué estará fallando?, bueno, la idea es que una bella muchachita me llamó de sorpresa y que eso siempre hay que agradecerlo.

Llamada 3: Hincha inmerecido

- ¿Aló?
- ¿Aló, Rubén?
- Sí, él habla, ¿de parte de quién?
- Hola, hermano, soy yo, Orlando, ¿te acuerdas?, el del vicio.
- (5 segundos después) ¡Hola Orlando!, ¿qué ha sido de tu vida?
- ¿Qué tal brother?, bien, todo tranqui, sólo llamaba a desearte un feliz año y para decirte que siempre le hablo de ti a mis amigos y a mi hijto de 4 años.
- (¿Tenía hijo?, ahora que lo pienso no recuerdo ni su cara) ¿Ah sí?, qué bueno, gracias.
- Claro, nunca conocí a una persona que jugara videojuegos con esa pasión con la que tú jugabas. Te sabías todos los trucos porque tú los descubrías. Y recuerdo clarito cuando te acabaste el Final Fantasy VII y lloraste delante de todos, nunca había visto algo igual.
- ¡Ja,ja! (sonrojado a mil), no recordaba eso, ¿en serio lloré?, ¿qué edad tenía?
- Ambos teníamos 15 años. Por cierto, ha pasado tiempo pero, ¿aún tienes esa "libretita"?
- ¿"Libretita"?
- Sí, me acuerdo que todos en silencio nos moríamos por tener esa "libretita" en la que hacías tus apuntes sobre los juegos que jugabas, trucos, observaciones, fallas, etc. En ese entonces creíamos que se trataba de una especie de tesoro que nunca dejarías que otro tuviera.
- ¡Asu!, pucha, lamento decepcionarte pero es que no me acuerdo dónde está. Ya son casi 13 años.
- Ja, ja, lo imaginaba, debes haber estado en muchas cosas, pero espero que no hayas dejado de jugar.
- Eso nunca.
- Qué bueno, brother, bueno te dejo, porque tengo que seguir chambeando, un abrazo y saludos a tu family.
- Gracias (¿debo mandarle saludos a la suya también?), que tengas un feliz año. Gracias por llamar.
- De nada, maestro.
- Nos vemos.
- ...
- Oye, verdad, ¿cómo conseguiste mi número?

Ya había colgado y estoy tan misio que no tenía saldo para devolverle la llamada. Creo que el que me conozca lo mínimo sabrá cuál de las tres llamadas me alegró más.

La verdad, hoy me siento el rey del mundo.

Un rey del mundo que busca desesperadamente esa "libretita".

1 comentario:

  1. Realmente es un empiezas muy bien el año mi querido Bencho. Nuestra fuerza interior es nuestra verdadera fuerza motora. Las casualidades no existen y si estas tres llamadas han sido tan importantes para tí es porque probablemente sean señales para desarrollarte en lo que más quieres y asi tus sueños y objetivos puedan hacerse realidad. Felicitaciones.
    José Marcos.

    ResponderEliminar