Con dinero o sin dinero ...
No hay Papá Noel que me consuele, cuando miro mis bolsillos y concluyo que esta será la navidad más misia de mi vida. Y no sólo existe ese roche natural de no poderle obsequiar nada a nadie, sino que además, al no contar con una chamba de beneficios adheridos, no recibiré canasta navideña, ni pavo de 8 kilos, ni panetón, ni ... ni... ¡NADA!, o sea, roche absoluto, sí señor, como en los viejos tiempos. Sin embargo, hay una contraparte. Este año en particular ha sido muy beneficioso en mi vida social. Ha sido movido en cuanto a experiencias memorables, empezando con la campaña de mi amado Alianza Lima en la Libertadores, el viaje a Pozuzo (el cual parece haber sido ayer), visitas seguidas a bares que desconocía, siempre en la compañía de mis entrañables amigos (no me cansaré de agradecerles). La familia disminuyó a principios de año, cuando mi abuelo se fue a tomar vino con los santos (o eso creo, je, mentira Paco), pero aumentó un par de meses después, con el nacimiento de Valeria, mi hermosa sobrina. Mis viejos, recontra chochos, aunque no sé si tanto como yo (de hecho ellos lo demuestran más), a ellos también les debo agradecer el haberme apoyado con mis pequeños gustitos y por supuesto con una manutención que debe ser muy costosa, a sabiendas de mis cuatro estómagos.
Artísticamente también ha sido un buen año, les adelanto que estoy exactamente en la página 45 de mi segunda novela no publicada (y con miras a nunca publicarse, JA, a no ser que un mecenas se apiade de mi intalento). No adelanto más porque aún tengo la esperanza de algún día "dar a luz" esos libros, en los cuales podrán deleitarse y/o aburrirse con mis disparates. Además de eso, en la música tuve mis 15 minutos de fama cuando volví a presentarme en el Satchmo ante un público realmente comprometido, lo cual no me canso de resaltar y por supuesto agradecer. Y a los que no fueron por diversas razones y me dieron sus mensajes de apoyo pues, también les agradezco, a los que ni se inmutaron, también, porque me enseña que ese camino va a ser recontra yuca, espero poder seguirlo.
En el amor, no puedo quejarme, tengo el amor de mi familia, de amigos y personas que, por más que pasen y pasen cosas, no dejan de llamar a preguntar cómo estoy o a invitarme un sanguchón para pasar el rato. Se confirmó también que tengo una hija hermosa, con la cual experimento mis momentos más sublimes. Y aunque sigo soltero (y quizás por mucho tiempo más), no he dejado de recibir amor este año y, para variar, lo agradezco de todo corazón.
Antes de terminar este corto post, quiero disculparme con mis viejos y familiares con quienes compartiré la famosa cena navideña: discúlpenme, de verdad, por no poderles dar ni siquiera un Todinito. Y agradecer (qué bárbaro para dar gracias) a todos los que confiaron en mí y me apoyaron económicamente (sí pues, hay que decirlo) en diversas cosas, sea mero esparcimiento, salud u otras tonterías. El Bencho no olvida favores, lo juro.
Les deseo una feliz navidad y que el año 2011 sea mejor para todos.
Ah, y que Susana Villarán haga una buena tarea como alcaldesa.
Y que el (la) presidente (a) que el pueblo elegirá, sea simplemente el (la) mejor para el puesto.
Y que se vaya Burga.
Y que consiga chamba.
Y que siga teniendo la suerte que he tenido este año, porque al final, se diga lo que se diga, creo que una vez más me salí con la mía.
Vayamos a lo que nos importa¿y el sexo?.
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