Ideas revueltas sobre fútbol, flojera, muerte y amor (la peor de todas).
Me comienzo a perder el mundial y no trabajo. Aunque les parezca injusto, ya que sé que algunos de los asiduos lectores de este blog quisieran tener mi suerte. Bueno, hueveo y me estoy perdiendo el mundial. Me lo pierdo porque los partidos son muy temprano, empiezan a las 6:30 a.m. (en puntito); la FIFA como siempre una mierda en cuanto a mafias se refiere pero un ejemplo a seguir cuando se trata del relojito. La hora es la hora, como diría Toño Vargas.
Me comienzo a perder el mundial y justo cuando mejora. Increíblemente lo que parecía un súper producido somnífero está comenzando a cobrar vida. Las selecciones llamadas "grandes" empiezan a asegurar sus pases a octavos (Alemania, Inglaterra, Argentina, Brasil), y ya se vislumbran con números y todo las siempre penosas decepciones (Francia, Camerún, Costa de Marfil, Italia); asoman las sorpresas (Corea del Sur, Ghana, Estados Unidos) y se confirman los equipos que en la rueda eliminatoria se mostraron más solidos (Chile, México, Paraguay, Uruguay). Esto simplemente se pone de candela.
Me comienzo a perder el mundial y casi me muero. El martes tuve una pequeña cita con Dios en el Casimiro Ulloa; el dolor en el riñon era muy fuerte, demasiado fuerte como para ver cómo Argentina le ganaba a Grecia. Mientras vomitaba aire y sentía que me desvanecía frente al inodoro, sentí la palmadita del barbón, le expresé mis deseos para con mi familia, amigos, casi hija y seres queridos. No me respondió, quizás porque no pude mirarlo a los ojos. Por último le pedí que si tenía que morir que no sea tan doloroso. Por cierto, ¿alguna vez han experimentado los dolores ocasionados por cálculos renales?, tengo algunos enemigos y juro por mi madre que ni en mi peor borrachera les desearía tal suplicio. Finalmente vi a un señor desmayarse producto del asma a mi costado, traté de ayudarlo y me di cuenta de que él SI estaba mal. Yo sólo tuve que aguantar la respiración, pellizcarme las piernas, soportar la inyección y ver a una hermosa practicante sonreírme; ahora soporto la "chanca piedra".
Me comienzo a perder el mundial y ¿me enamoro?, ¿habré perdido la objetividad? Un amigo por el Facebook sembró una seria duda en mi cabeza al decir que tengo un "conflicto de intereses" al momento de opinar sobre el desempeño de una selección en particular, la de Chile. Y es que para nadie resulta sorpresivo que hable bien de una selección cuyo país es el mismo que el de una señorita que anda robándome más de una sonrisa diariamente. Trato de decirme a mí mismo que no es así y mantener mi, de algún modo, conocida objetividad cuando opino sobre algo, pero, ¿en verdad es tan rochoso?, digamos que Chile siempre (me refiero a la era Bielsa) me agradó como equipo, y que en toda la eliminatoria jugó con un libreto muy bien armado y además fiel al estilo ofensivo de un técnico tan capacitado como el "loco". Yo sabía, aunque aquí pocos le pusieron fichas, que "la roja" iba a dar qué hablar en Sudáfrica; sólo que quizás ahora (ok, lo acepto) hay un feeling extra, no sólo por el tema de Camila, sino también por los últimos acontecimientos que han azotado a nuestro vecino sureño, pensemos sino en los niños que empiezan a recuperar sus sonrisas con esta gran campaña chilena en el mundial, aún sin tener casa. ¿Sigo floreando no?, ok, me enamoro, ¿y qué?, nadie le dice nada a otros como Roberto Martínez, el único que se divorcia y luego vuelve al nido como recién casado, o como Christian Domínguez que se casó dos veces, así que a mí ni me miren.
Se viene el Alemania - Inglaterra, el Argentina - México y el Chile - España, ¿para qué más?
Me comienzo a perder el mundial y estoy pensando seriamente en no seguir perdiéndomelo.
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