jueves, 26 de julio de 2012

Somos novios

Cursilerías bimestrales

Reza una canción de Manzanero, glorificada por la interpretación de Luis Miguel:

"Somos novios
pues los dos sentimos mutuo amor profundo...
... y con eso
ya ganamos lo más grande de este mundo..."

No pretendo desglosar parte por parte la lírica de alguien cuyo nombre habla por sí solo de exitoso romanticismo en el mundo de la música pop latinoamericana, es decir, algo debe de saber Manzanero de amor, y hay que hacerle caso. Pero vale la pregunta, cuando amas a alguien y ese alguien te ama, ¿has ganado lo más grande de este mundo?, dependerá de a qué le llames "lo más grande de este mundo". En mi caso, no siento aún haber ganado lo más grande (la paz de tener una familia estable, segura y libre, entre otras cosas), pero sí siento haber dado un paso agigantado hacia ello.

Quienes sigan este Blog sin conocerme, y hayan leído mis últimos tres posts, deben ya haber inferido que este pagano del averno ha encontrado, finalmente y tras muchos cuestionamientos que van desde una supuesta misantropía hasta una inesperada variación en mis opciones sexuales, una compañera sentimental mucho más que satisfactoria. Tuvieron que pasar casi tres años para permitirme tremendo lance con alguien a quien, hace apenas meses, consideraba una de mis mejores amigas, lindando aquella relación con la "hermandad" - aunque usted no lo crea.  Pero esto del amor es así. Y si antes no lo creía pues ahora lo creo y con pruebas fidedignas bajo el brazo. Cuando uno menos lo espera llega ese cúmulo de sentimientos que parecen haber sido reservados para ese preciso instante y para esa precisa persona, y como un flash ya estás a sus pies, jurándole fidelidad y protección mientras los dioses te den vida. 

Pero tener enamorada no es todo felicidad. Sobre todo, y esto de seguro traerá abajo muchas hipótesis al respecto, cuando ambas personas creen conocerse tan bien, que a su vez creen que nada los sorprendería. Grave error. Aún conociéndola más de diez años en un plano netamente amical, hemos tenido choques fuertes a la inminente hora de intentar llevar ambos, y en armonía, las riendas de una relación entre dos personas cuyas visiones de la vida siempre han sido prácticamente opuestas (con decirles que hasta en hinchajes futbolísticos vamos en sentido contrario). Esto trajo (y de seguro seguirá trayendo) como consecuencia muchas peleas y discusiones, que no han hecho más que ponerle la cuota necesaria de emoción a estos bellísimos sesenta días que hemos compartido, juntos, como pareja. Para explicarme mejor, cito nuevamente a Manzanero y a sus melodiosos y certeros comentarios sobre las relaciones amorosas..

"... nos amamos, nos besamos, como novios...
... nos deseamos y hasta a veces, sin motivo y sin razón, nos enojamos..."

¡Vaya, hombre!, enojarse, pelear, discutir, destruirse, tratar de ganarse el uno al otro, tratar de tener la razón, tratar de tener la última palabra, genial: Todo eso es parte de una relación sentimental, por ende, las peleas en general acompañan al amor a enriquecer una relación, porque eso sí, a veces se conoce más de una persona en una sola pelea que en 100 noches de pasión y cariño. En fin.

Ya no seguiré citando a Manzanero y este post tan cursi está a punto de terminar. Y quiero terminarlo diciendo que estoy viviendo un gran momento en mi vida sentimental. Que sé que esto fue arriesgado y que, incluso hasta hoy, no ha sido fácil de digerir para algunos. Que, como diría Calamaro, para que esto se dé, "... dejamos atrás dos almas rotas", y bienvenido sea el karma si es que algo malo hice en mi eterno deseo de encontrar pasión e infinitas sonrisas en un mundo que cada vez se me hace más sombrío y superficial. Y que, finalmente, agradezco de manera ilimitada a aquella persona que, con su sonrisa, con esa perfecta mezcla de hielo, fuego y ají, y tiernas miradas, me guía el camino para hacer de esta alma, alguna vez impía y febril, y muchas otras veces rendida a la soledad, algo mucho menos impuro y capaz de también regalar felicidad sin esperar nada a cambio.

Cursilería teórica terminada. Llegó la hora de la práctica.

domingo, 8 de julio de 2012

La maldición eterna


El odioso ex

"Nada más peligroso que un ex", dirían los entendidos del tema. Y aunque odie generalizar, debo admitir que algunas generalizaciones no necesitan mayores sustentos científicos para comprobar su validez. Simplemente existen, cuales leyes de la vida, inexplicables en medio de tanta inteligencia pro-homo sapiens.

Así, decir que nunca te jodió la sola existencia de un ex enamorado, ex pareja, ex esposo, ex agarre, ex revolcón, o ex lo que sea, sería mentir. Dirás y jurarás que no eres celoso, y hasta presumirás de esa suerte de virtud casi extinta en los humanos sociales de hoy; te avalarán años de ecuanimidad a diferencia de otros que no pueden detener sus sobresaltos emocionales, cuando de celos se trata; pero nadie puede contra la amargura de saber que hay alguien merodeando a la persona que hoy te hace feliz, y que, peor aún, ese alguien ya tuvo la suerte de tenerla en sus formas más naturales y paradisíacas, todo esto, claro, en tiempos pasados cuya magnitud dependería del caso.

Un ex siempre será un estigma ineludible e intratable, según el caso. Diferenciemos cuatro escenarios comunes:

El ex que quiere ser "amigo"

Quienes lean este Blog (masoquistas, desde luego) deben de saber que prácticamente no creo en la amistad entre el hombre y la mujer. Que sí creo, en cambio, en una relación cordial y emocional, enlazada por una lealtad similar a la verdadera amistad, por supuesto, que soslaye en la mayor parte del tiempo (o en algunos casos por siempre) la intención sexual que se oculta detrás de tanta represión inducida por la moralidad. Por tanto, me es IMPOSIBLE creer en la amistad después de una relación sentimental. Un ex no puede ser amigo de su ex; eso es absurdo.

La amistad, como el amor, se vive en un estado puro y sin mixturas, es decir, sin segundas intenciones. De modo que me resulta descabellado pensar que alguien que ya pasó tantos momentos de contacto emocional y físico con otra persona, y cuya relación sentimental llegó a su fin, pueda regresar (si es que alguna vez lo fue) a ser un amigo incondicional, incapaz de volver a poner sus sucias manos sobre su dizque amiga. Pero esos ex's existen por cantidad. Lo peor es que ellas se creen el cuento de que ellos sólo quieren amistad, bah, ¿tanta ingenuidad puede haber en alguien que, ya desde cuestión de género, considero tan inteligente e intuitiva?

En fin, pasemos al segundo escenario:

El ex que quiere volver a estar con su ex, insistentemente

Son expertos en llanto y técnicas de manipulación. Los actores hollywoodenses, que tanto dinero ganan por filmar películas taquilleras, son nada a comparación de estos histriones de escuela callejera, quienes, con su habilidad de crear inmensos montajes de falsa desgracia y arrepentimiento, pueden llegar a ser capaces de todo con tal de convencer a su ahora ex, de que "las cosas han cambiado", de que "se dieron cuenta de que nunca encontrarán a alguien así", y de que "con nadie más podrían ser felices".

Pobres mentirosos de inicua labia. Pero, claro, las ex's de mentes débiles, o que pasen por un momento de sensibilidad aguda (o llámese también "estupidez"), suelen caer ante tanta insistencia. Porque eso sí, la frase "el que persevera, triunfa", es el himno diario de estos avispados galancetes, a quienes no les importa un carajo si su otrora amante intenta, con justicia, buscar la felicidad por otros lados. Simplemente buscan la satisfacción de saberse aptos para recuperar lo perdido las veces que quieran.

El tercer escenario es quizás el más complicado y productor ilimitado de sempiternas disputas:

El ex que fue "el primero en su vida"

Si te tocó ser el primer hombre de una chica, entonces, inocente, virginal, pura, ingenua y muy enamorada, pues, ¿qué te puedo decir?, has tenido suerte. Los dioses te bendijeron, agradece a diario. Ve a la iglesia, lee la Biblia o el Corán si lo prefieres, vuélvete pastor y pregona por todo el mundo que, efectivamente, existe un poder superior, tan benévolo que hasta a ti te cayó parte de su gracia. Pon en tu muro de Facebook que eres el hombre más afortunado del planeta, de seguro te lloverán los "Me Gusta".

Pero lo que nunca debes hacer es creer que ese privilegio te garantiza tener a aquella chica por toda la vida, cual si fuera tu segunda casa. No, señor. Aún siendo su primer hombre, la pudiste cagar de una y mil formas, la pudiste aburrir con tu patética personalidad, la pudiste decepcionar con tus ofensivos arrebatos y con tus llantos carentes de toda sinceridad. En otras palabras, ser el primero no te garantiza ser el último. Así que no jodas más y piérdete junto a tu inmerecida suerte. Bueno, después de esta catarsis, creo que no hacen falta más palabras.

¿Y qué pasó con el cuarto escenario?

El cuarto escenario consta de, nada más y nada menos, la mezcla de los tres escenarios anteriores. Sí, un ex que, además de querer dárselas de "amigo", intenta por lo bajo reconquistar a su ex musa y que, adicionalmente, se siente con pleno derecho a ello sólo por haber sido el primero en su vida. Qué rica mezcla, ¿no creen?, ¿alguien podría contender contra algo así?, pues cada uno tendrá su respuesta.

Lo único innegable es que todos deseamos que los ex's desaparezcan, aunque, ahora que lo pienso, todos somos ex's, y desear su desaparición significaría también desear la nuestra. ¿Qué quedaría?

Parques vacíos, bares sin licor, hoteles limpios, y corazones sin latir a mil por hora.