jueves, 30 de septiembre de 2010

Lecciones de política

Lo que dejó la campaña municipal

Para nadie es un secreto que soy un ignorante en casi todas las materias, siendo la política la más lejana a mis casuales sinapsis; de modo que les recomiendo no esperen encontrar en este post un análisis concienzudo de los hechos que están por cambiar, sea para bien o para mal, el rumbo de nuestras regiones y municipalidades. Hecha la advertencia, prosigo.

Dado que una de las principales funciones de la política es enseñarnos, y digo esto por el precepto básico de que los líderes deben enseñar con el ejemplo, he recopilado, desde mi humilde percepción, lo más interesante que podemos aprender de esta campaña que (¡GRACIAS A DIOS!) se nos va.

Lección N° 1: No hables con extraños

Creo que esto es lo primero que uno podría aprender. Las campañas municipales estarían mucho mejor elaboradas si no contaran con la presencia de extrañas alimañas, que ensucian con sus famas las buenas costumbres y reputaciones de algunos candidatos. Personajillos como Cataño, Barrón y Humala son algunos ejemplos. Ya saben, si se quieren lanzar alguna vez como candidatos no la caguen y como diría Doña Florinda, no se junten con esa chusma (si quieren pueden hacer la de Quico).

Lección N° 2: Deja la soberbia

Si algo nos ha enseñado "Lulú" es que la soberbia no lleva a nada. La cosa se le complicó cuando ya se creía fija en el sillón municipal. Arrollando llegó la "tía regia" y miren ustedes, se le voltió la torta al PPC. ¿A llorar al río?, no sé porqué tengo la impresión de que al final Lourdes "dará la vuelta", creo que los poderes superiores y las manos negras jugarán a su favor el domingo, pero queda claro entonces que uno no se debe de dormir en sus laureles. Y, con todo cariño "Lulú", no es la primera vez que te pasa, no jodas.

Lección N° 3: Aprende a leer

Hasta ahora me parece increíble que se haya despilfarrado tanto dinero por no haber leído una miserable, y además conocida, estipulación. Para ser alcalde de una municipalidad, TIENES QUE VIVIR EN ESE DISTRITO; es tan sencillo, pero tan sencillo, que hasta mi mascota lo entendería con un corto entrenamiento (Connie, si quieres mear en esa casa, tienes que vivir en esa casa). No dudo de la preparación académica del señor Alex Kouri, pero quizás por tantos años en la política se le borró el cassette, con todo y 2 + 2. Mal.

Lección N° 4: Aprende a hablar (y a escribir)

Salvo las dos candidatas más fuertes, la oratoria de esta campaña ha dejado mucho que desear; empezando por los periodistas y surcando los, supuestamente, impenetrables dominios sintácticos de los candidatos. Errores como "haiga" (aunque creo que la RAE ya lo aceptó, no le quedó de otra), "estuvistes" y expresiones tautológicas como "guerra sucia", estuvieron a la orden del día. Para elegir un candidato, el criterio de la propiedad y la cultura resulta una verdadera quimera por estos lares. Ayayay ...

Lección N° 5: Da buenos regalos de campaña

Si eres candidato y piensas que los electores pensarán en ti este domingo sólo porque les regalaste media galleta GN estás EQUIVOCADO. Ese es el caso de algunas campañas, las cuales se valen de recursos conformistas como el de regalar miserias a la gente, miseria acompañada de un volante con la horrorosa cara del candidato y el eslogan arribita "vota por mí". ¿Qué es esto?, ¿una fiesta infantil?, vieja, si me estás leyendo, devuélvele su pollo al payaso ese que quiere que votemos por él; ¿qué?, ¿el almuerzo de hoy?, me quedó chico pues.

Lección N° 6: La publicidad siempre será buena

Hay candidatos que no van a ganar, así de simple, uno de ellos es el "tío alegre", Gonzalo Alegría; pero si una lección nos dejó tan disparatado personaje es que la publicidad siempre será bienvenida. Lo ven todavía rondando en los programas de espectáculos y de medio día, bailando o cantando, siempre luciendo esa sonrisa tan contagiosa pero que aún no es capaz de convencernos de su buena intención para con los limeños. Lo vimos hace poco también en plena plaza mayor, vestido del increíble Hulk; algunos pensarán que está botando su plata, pero no, el tío de a pocos se hace conocido y no me sorprendería verlo candidateando para el congreso, próximas elecciones municipales y, quién sabe, hasta podría disputar una presidencia. Me darán la razón, ¿o no se acuerdan del puesto de la "tía regia" en las pasadas elecciones?

Lección N° 7: No huirle a los detractores

No hay que ser un analista político para darse cuenta que uno de los peores errores de "Lulú" fue no hacer caso a las invitaciones de Jaime Bayly. Dicha negativa creó el ambiente propicio para que el agudo periodista y escritor desarrollara más de una anticampaña que favoreció, así él diga lo contrario, a la Villarán. A Bayly nunca hay que tenerlo como enemigo, sino que lo diga mi tío Tongo.

Y finalmente,

Lección N° 8: ¿Cómo meternos la alcaldía por el poto y salir vivos?

Creo que nadie está a favor del chuponeo, pero, ¡cómo nos gusta el morbo!, cuando Bayly difundió el "potoaudio" algo se quebró, hubo un "crack", y ahora las encuestas nos dicen cuál fue la parte favorecida. Lo cierto es que el acto de meternos la alcaldía por el poto resultaría muy doloroso; digo, si consideramos que una "alcaldía" es el conjunto de muchas cosas. Tendríamos que considerar el físico del municipio de Lima, un edificio vetusto y amplio de muchas toneladas, eso va a doler, ¡auch!, de sólo imaginarlo. Y si pensamos en que esa "alcaldía" a la que se refería "Lulú" es la principal de la capital, entonces consideremos también todos los demás municipios, el de Miraflores, el de San Miguel, el de La Victoria, el de Ate, ¡EL DE LURIGANCHO!, pero qué sadismo más grande, todo eso no cabe por el poto de nadie; ni en películas porno he visto agujeros tan amplios como para que quepa toda una alcaldía, pero bueno, habrá que esperar a ver si "Lulú" nos enseña cómo hacerlo, esa sería la última lección (de su vida).

Como reflexión para el domingo que se avecina sólo me queda decir: que gane la que mejor haga las cosas para Lima. Confieso que acabo de decidir votar viciado, no por seguir la palangana de los que odian la política, sino porque de verdad las propuestas no convencen y el circo parece no acabarse aún faltando tan poquito para el cotejo electoral, lo que demuestra la poca seriedad de los candidatos. Bueno, yo soy sobrado pues, mi voto vale (y mi poto también), así que no se lo daré a nadie, estoy pensando más bien en qué dibujar.

Por el momento gana la idea de Gokú haciendo el Kame Hame Ha, pero acepto propuestas.

(Imagen: Cortesía de "El Otorongo")

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Entre Marte y Venus (Parte VIII) - El amor antes del amor

El síndrome de Dawson

Debo confesar que he estado viendo por enésima vez "Dawson's Creek", como ya muchos de ustedes sabrán la serie trata básicamente de cuatro adolescentes que juntos van madurando viviendo distintas experiencias, el personaje principal, Dawson, resulta el típico chico interesante e indeciso, poseedor de la amistad de Joey (nadie mejor que Katie Holmes para el personaje), quien se siente naturalmente atraída por Dawson. Ambos siempre han sido amigos, al punto de que Joey a veces esperaba a Dawson en su habitación (hmmm) y juntos pasaban mucho tiempo hablando o haciendo cualquier cosa. A medida que las hormonas fueron haciendo su chamba Joey se siente enamorada de su mejor amigo, pero éste, sin compasión, la chotea. Si siguieron la serie hasta su final verán que ambos tuvieron amagos de relación, pero nunca llegó a funcionar correctamente, porque Dawson nunca vio en Joey más de lo que una amiga le pudiera ofrecer. Pasado el tiempo el personaje de Joshua Jackson (go Ducks, go), Pacey, fue el que tomó partida y conquistó finalmente a la bella Joey. Chau Dawson, ¿ganó o perdió?, obvio que perdió. Se quedó sin chica y sin amistad, y lo más seguro (aunque creo que en la serie no se da hincapié al tema) es que también haya perdido la amistad de Pacey. Y es que yo creo que ambas cosas no se deben de juntar.

Una de las cosas más difíciles de aceptar al terminar una relación sentimental es que ya nada será como antes. De alguna manera se puede intentar tener una relación amical saludable, quizás algo que se asemeje a aquellos tiempos en los que ella y tú eran uña y mugre, se contaban todo y pasaban tiempo juntos sin aburrirse o sentirse asfixiados. Pero bueno, cuando sucede, sucede, y a aceptar.

Y sucede más que todo cuando pasas años de tu vida haciéndote un amigo inseparable de aquella chica a la que veías siempre como una hermana, con la que te ibas al cine sin preocuparte de lo que pensara la gente, con la que te metías en tu cuarto sin que tus padres pensaran que algo "hardcore" estaría ahí pasando, luces apagadas y sólo risas, chismes, secretos, confesiones, todo menos atracción. Pero de repente un flash lo cambia todo, empiezas a sentir celos de que salga con otros chicos, empiezas a extrañarla demasiado y aquí viene lo peor, un día de esos descubres que tiene unos ojos tan bellos como dos gotas de agua de luna y, si miras más abajo, verás cómo han crecido esos pechos sin que te dieras cuenta. Uy, se va, y ahora ves que detrás de toda esa amistad había aún más motivos para sentirte atraído. Ella por su parte está extrañada de tus actitudes y ante su incredulidad no faltará una amiga que le dirá "creo que le gustas", "noooooo, somos patazas", responderá tu gran amiga sin pensarlo, y sin sospechar que se acaba de despertar en ella un interés diferente. ¿Se confunden las cosas?, así lo suelen llamar: "confusión". Atrevidamente y parafraseando un concepto genial iniciado por Páez, yo lo llamo "el amor antes del amor".

Un sentimiento extraño es el que comienzas a sentir a partir de ahora por esa chica, y aquí vienen las opciones:

a) No te corresponde porque prefiere tener un amigo sufrido antes que un amor insufrible.
b) Te corresponde y con eso se acabó la amistad pura que tenían.

Enfoquémonos en la opción "b", porque la "a" es la más sana y la menos dañina (créanme). Si ella corresponde a tus inquietudes entonces estamos hablando de suplencia total, se reemplaza un amor, que no se sabe si existe o no, por una amistad que de hecho existía. Se la juegan y les puede ir bien como les puede ir mal. Digamos que si les va bien durarán unos cuantos años contando la historia una y mil veces en reuniones, y es que suena tan lindo: "éramos amigos, nos contábamos todo, fue mi 'paño de lágrimas', mi 'hombro para llorar', hasta que descubrimos que nos gustábamos y así empezamos", las caras de las amigas soñadoras no se hacen esperar, y de hecho la historia es como para utilizarla en una peli taquillera, como tantas que hay, ¿no?

Sin embargo, y como cualquier relación, todo eso se puede terminar y quedarían tan sólo las sombras de un pasado que no perdona, uno cree poder manejarlo y empiezan los acuerdos: "si algún día terminamos no hay que dejar de ser amigos", suena muy bien, así que se acepta. Pero vas a ver qué jodido es, y vaya que es jodido retomar una amistad que se quedó suplida en el tiempo, que ya olvidó sus preceptos básicos. Ahora ya sabes cosas que antes no sabías, ahora has creado anticuerpos. Ahora no puedes estar en tu cuarto con ella, con las luces apagadas, porque sabes en qué puede terminar (algunos esperan el momento).

Ahora, hay algo que es cierto, y es que en el infinito océano de las posibilidades bueno es estar en buen barco y observar todo con tranquilidad: a veces sí nace un amor verdadero a partir de una amistad bien cimentada. En estos casos yo siempre me inclinaré por decir la verdad, me parecería hipócrita tener a una amiga por la cual me muero, y que además me cuente sus salidas con otros tipos mientras yo por dentro me quemo de furia. Ante una situación así razono de la siguiente manera: "¿qué prefieres?, ¿una amiga que amas o una enemiga olvidable?", gana lo segundo, pero con la oculta posibilidad de que ella te acepte y que las cosas puedan funcionar, pero de no funcionar volvemos a lo mismo, ¿dónde quedará el amor antes del amor?

Particularmente llevo una buena relación con mis ex's, pero hasta ahora no he llegado al punto de recuperar tan siquiera un 50% de la amistad anterior; si bien es cierto siempre será positivo que no todas te terminen odiando, ten en cuenta que al arriesgarte con una chica perderás automáticamente la amistad, y quien te diga lo contrario miente, nada volverá a ser como antes, jamás, se intente lo que se intente. El amor antes del amor es la parte perdida de la vida, es lo que dejamos atrás para vivir cosas nuevas, diferentes y de hecho satisfactorias, pero recuerda, habrá reemplazos automáticos.

Como conclusión para salvarnos del "síndrome de Dawson", primero: no esperen a que te digan "eres como mi hermano" para mandarte, eso sería recontra jodido. O segundo, mejor no se compliquen la vida y mándense a chicas de las que no son tan amigos.

Si no conocen a nadie regularmente ... sean bienvenidos a mi club. Pueden llamarme "Dawson".