sábado, 28 de junio de 2014

Mensaje a mis amigos-enemigos resocialeros

Empecemos por definir qué es un 'amigo-enemigo' (lo de 'redsocialero' creo se entiende bien), ¿existe algo así?, ahora veo que sí, y lo definiría de esta forma: son amigos (entiéndase por 'amigos' a aquellos que han pasado por diversas pruebas de lealtad y confianza y que en base a ello se ganaron nuestro afecto) que hacen roles de enemigos, rivales, detractores o codebatientes, según el caso, de manera frenética y constante. Es decir, aquellos que siempre andan pendientes de lo que decimos para contrariarnos con el fin de demostrarnos que saben más que nosotros en determinados temas. Especifico lo de 'amigo' pues, de no ser así, no tendría sentido este texto ya que si alguien que no es mi amigo anda detrás de lo que publico sólo para contrariarme, asumo de inmediato que es un simple troll y lo expectoro de mi entorno de modo automático. Pero como se trata de amigos, les tomo la suficiente importancia como para responderles sin que esto interfiera en nuestras relaciones (o eso espero). Ahora vayamos al mensaje.

Esto es lo que hacen nuestros otros amigos cuando nos ponemos a debatir en Facebook.
Estimados amigos-enemigos de Facebook y Twitter:

Los saludo y me dirijo a ustedes para informarles sobre algunas generalidades, especificaciones y recomendaciones acerca de nuestros ya acostumbrados debates públicos, la mayoría de ellos, he de decir, acerca de una de mis máximas pasiones: el fútbol.

Antes que nada quisiera felicitarlos por sus denodados esfuerzos demostrados día a día en mis cuentas de red social, donde no falta nunca un comentario suyo tratando de buscarme un debate. El hecho de ingresar a mi muro, buscar una a una las cosas que he posteado y luego lanzar una opinión adversa a mis ideas me supone una importancia que creo no merecer, y que sólo me queda agradecer. Así que gracias. Ahora algunas generalidades:

Primero: mis ideas expresas en mi muro de Facebook (o Twitter, aunque esta red la uso poco) no buscan la aprobación de las mayorías. Que esto no se entienda, desde luego, como que no me gustan los Me Gusta, porque, ¿a quién no le gustan los Me Gusta?, tendría que ser un misántropo empedernido para que odie que le den Me Gusta una publicación mía, puesto que es la forma más simple de demostrar acuerdo (o al menos que mi publicación les pareció curiosa) con sólo un click. No obstante, así como no publico cosas para que alguien me dé un sol por ellas, tampoco lo hago para que le den Me Gusta. Se trata solamente de expresar. Y no se le puede caer bien a todo el mundo, lo sé.

Segundo: nunca está de más recordarles que en mis muros todo comentario será bien recibido mientras no sea acompañado del emoticon ":v". Esto no quiere decir que si veo un comentario con ese odioso ícono lo voy a borrar o bloquearé al usuario que lo posteó, en absoluto. Sólo implica que si hacen ese ícono los consideraré de una inteligencia inferior al promedio, y por tanto sus comentarios tendrán un valor ínfimo a la hora de evaluar si empezar (o continuar) o no un debate. Son mis muros, sí, pero respeto mucho la libertad de expresión, queridos pacman.

Y tercero: no soy dueño de la verdad, precisamente por eso la ando buscando siempre. Pero agradezco que ustedes sí se sientan dueños de la verdad, pues eso me hace los debates mucho más sencillos y entretenidos. Me encargaré de este pequeño problema cuando lleguemos a las recomendaciones, no se preocupen.

Aprovecho para pedirles que le den "laic" a mi página, que está más vacía que estadio peruano en plena fiebre del mundial.
Es momento de las especificaciones:

Primero: aprecio mucho los debates alturados, pero los aprecio aún más cuando vienen debidamente aderezados con la dosis justa de picante, por supuesto sin llegar a niveles de agresión personal u otras ofensas más que innecesarias (bajo la premisa clásica de que en un debate el primero que insulta pierde, así haya ido ganando con diferencia). El uso del sarcasmo, por ejemplo, es algo que usualmente rescato a pesar del terrible nivel argumental de algunos de mi codebatientes. Como dijera algunas veces: la dialéctica a menudo pesa más que el propio argumento. Es mejor perder un debate quedando de sarcástico incomprendido que de idiota expuesto. Aunque esto último al final es inevitable. 

Segundo: yo soy muy buena gente y optimista en estas cosas (creo que sólo en estas cosas). Cuando alguien intenta iniciar un debate conmigo lo primero que pienso es: "manya, piensa diferente a mí, a lo mejor sabe de esto y me enseña cosas que no sé. Hagamos la prueba". Lejos de lo que mi evidente soberbia puede llevarles a conjeturar sobre mí, eso es lo que pienso cuando alguno de ustedes me busca un enfrentamiento argumental. Muchachos, lo mínimo que pueden hacer para premiar mi humildad es no decepcionarme. ¿En qué idioma se los tengo que pedir?

Y tercero: si los debates pasan a niveles personales no me hago responsable en tanto siempre me predispongo a llevarlos por el tema de discusión en sí. Dicho de otra forma, nunca debatiría temas tales como: "¿crees que soy un idiota?", "¿crees que merezco vivir?", "¿crees que mis padres me criaron bien?", "¿soy bueno debatiendo?", "odio a Lionel Messi y a Justin Bieber, ¿eso me hace mejor?", no sé si me entienden. Son preguntas que se responden por sí solas y que si intento responderlas por mí mismo alguien se podría sentir lastimado.

Finalmente, las recomendaciones. No sin antes advertirles algo: estas recomendaciones no son a mi favor, para nada. A mi favor sería decirles que están debatiendo estupendamente y que cada vez me lo ponen más difícil. Eso no sería cierto, claro. Las siguientes recomendaciones son formuladas para que me ganen los debates, 'amigos-enemigos'. Vean lo bondadoso y altruista que resulté. A que no siguen pensando que soy soberbio:

1.- Eso que tienen debajo de tanto pelo, grasa, lunares, liendres, verrugas, caspa, carne y hueso, se llama cerebro. Definámoslo como una máquina natural que nos apoya con razonamientos y elucubraciones en teoría sensatos. Antes de intentar iniciar un debate conmigo, asegúrense de haberlo activado. Esto asegurará lo siguiente: primero, decidir si debatir conmigo es lo más conveniente dado el riesgo de quedar en ridículo ante mucha gente (conocida y desconocida). O segundo, iniciar un debate cuando menos prometedor.

2.- Sean consecuentes. Digan cosas que usualmente defienden con fiereza. No cambien el hecho de ganar un simple debate por su siempre importante honor. Por ejemplo: si se pasaron todo lo que va del año quejándose de lo feo que juega su equipo de fútbol de preferencia, no salgan en pleno mundial a festejar la garra charrúa. ¿Me dejo entender?, espero que sí.

3.- Si van a lanzar frases, pensamientos o elucubraciones que pretenden quedar en la perpetuidad de la sabiduría, asegúrense de que sean al menos difíciles de refutar. Por ejemplo:

No pongo el nombre ni la foto de quien dijo esta tontería porque es mi amigo y lo quiero mucho. Además es papá.
Ante los ojos de un enano mental, esta frase podría ser la más importante y reveladora de su vida: "¡POR DIOS!; ¡CUÁNTA RAZÓN!; ¡SIEMPRE VIVÍ ENGAÑADO!; ¡PUTO SISTEMA DE MIERDA!, ¡MUERTE A MESSI, A RONALDO Y A TODOS LOS QUE GANARON UN BALÓN DE ORO!; ¡NADIE PUEDE OBLIGARME A CONSIDERARLOS LOS MEJORES!; ¡NADIE!", no obstante, si la analizamos bien llegaremos a la certera conclusión de que es una opinión insulsa y carente de todo criterio. ¿Por qué?, sencillo: porque los Óscares, a diferencia de los Balones de Oro, no se entregan en base a cifras o resultados (nos guste o no, lo único objetivo de este mundo es lo representado por la casi siempre odiosa estadística), sino en base a criterios personales y subjetivos de un grupo de jueces. Deporte y arte son cosas monumentalmente distintas. Pero para no hacer quedar tan mal a mi amigo, diré que esta frase tendría cierto sentido (forzado, en realidad) si se entregara un Óscar a la película más taquillera, premiación que hasta nuestros días no existe. Creo que no hace falta decir más.

4.- Explicando un poco más la generalidad expuesta líneas arriba, no se preocupen tanto por los Me Gusta. No crean que por no tener Me Gusta en sus comentarios están quedando como locos o tontos, ni mucho menos crean que porque algún comentario suyo tiene más Me Gusta que uno mío van ganando la discusión. Vean los Me Gusta no como una prueba de que van por buen camino, sino como lo que es realmente: una evidencia de que hay más personas en nuestra red que piensan como ustedes. Ahora viene una pregunta muy simple que de seguro sabrán responder con mucha responsabilidad: ¿el hecho de que haya más personas que piensan como uno es necesariamente una prueba de que tenemos razón?, de ninguna manera. No significa más que eso, que hay gente que comparte nuestra idea. Esto porque, desde aquella lógica, también podría interpretarse como que en este mundo siempre hay más de una persona equivocada que no sabe que lo está. Ejemplos hay muchos, y con decir que "no siempre lo más popular es lo mejor" creo que basta para cerrar la idea. Insisto, hagan caso omiso a los Me Gusta. Si les sirve de algo, yo lo veo como una simple cordialidad. Incluso hasta hay Me Gusta compasivos, lo digo por experiencia propia.

5.- Antes de emitir respuestas a los comentarios, léanlos atentamente. Y si salieron largos, léanlos de todos modos pues no leerlos no sólo hará que pierdan el debate indefectiblemente, también los dejará de flojos e incultos, lo cual nunca conviene. Analicen, encuentren debilidades y ataquen por ahí. Si no encuentran debilidades vuelvan a revisar. Si después de varias leídas no encuentran debilidades estamos en problemas, pues lo más probable es que hayan perdido. En ese caso es preferible el silencio a comentarios como este:

Hay personas que son muy buenas para lanzar opiniones, pero muy malas para leer opiones ajenas.
Y 6.- Cerremos bien los debates. No necesariamente gana un debate el que se queda con la última palabra, pues esto se puede dar por mera terquedad, no tanto por certeza en los razonamientos. En ese caso la victoria es aún más placentera, créanme, ver cómo se esfuerzan en seguir comentando y comentando sobre lo mismo antes ya refutado, dando vueltas sobre el charco y hundiéndose sin salvación en el fango, es orgásmico. Más orgásmico aún es cerrar un debate que perdieron como si lo hubieran ganado con frases como "¿ya ves?, te quedaste callado, ¿qué pasa?, contesta... ¿O es que ya no tienes argumentos?"; miren, no nos hagamos los tontos. Los debates son lindos porque son públicos, y al final es el público el que juzga quién ganó o quién perdió. Y digan lo que digan, celebren lo que celebren, si para el público perdieron el debate, lo perdieron y ya (aquí vale la pena recordar que estas personas no necesariamente apoyan con un Me Gusta a las ideas con las que están de acuerdo; no meterse en algo siempre será una opción). Por otro lado, si sienten que ganaron el debate les aconsejo no caer en cosas como "sacar pica", decir "lero, lero", etc. No hay mejor cierre de debate que el demostrar clase, algo que lamentablemente no todos poseemos.

Hay más cosas que decir sobre los debates y tal vez me estoy quedando corto. Espero, eso sí, que con estos puntos haya quedado claro que quiero más reto de parte suya. Estimados amigos-enemigos redsocialeros, los invito a reflexionar y los conmino a que empecemos a mejorar juntos nuestro nivel argumental y dialéctico por el bien de la nación. Recuerden, hoy debatimos sobre si es justo que Brasil le haya ganado a Chile en el mundial, mañana podríamos estar debatiendo sobre un cambio legislativo que reforme el futuro de nuestros descendientes...

Bien, fuera de bromas, esto es para ustedes. Con mucho cariño.

Saludos cordiales,

Bencho.

PD. El único codebatiente que se ha ganado mi admiración es mi hermano pequeño, Malvado Dylan. Aunque al final siempre le gane en Me Gusta. Perder el debate en lo argumental pero ganar en Me Gusta... Sin dudas es un buen consuelo. Ahora lo entiendo todo.

PD 2. Mención honrosa para mi gran amigo Juan Carlos Ríos que ha mejorado su nivel como codebatiente en los últimos meses. Sin embargo debe tener cuidado con sus amistades cercanas (sin incluirme), pues la calígine mental puede ser contagiosa.