lunes, 26 de agosto de 2013

Dear Zero

Carta de Light Yagami (Kira) a Lelouch Lamperouge (Zero):

Estimado Lelouch (o debería decir Zero - Lo siento, no soy culpable de que aún no definas tu identidad):

Ante todo, gracias por tu preocupación y por responder a mi llamado. Debo confesarte que ni el mismo Mikami atendió tan rápido algún requerimiento mío. Por cierto, ¿conoces a Mikami?, es un tipo patético que elegí como predicador, cuando aún tenía el poder de hacer de este mundo un lugar mucho mejor en el cual vivir, algo así como tú lo deseabas para Nunnally-chan. En el plano de tu vida, el símil de Mikami sería ese hermano afeminado que tienes, llamado Rollo. Ahora, no sé por qué hablamos de esclavos o predicadores, no es precisamente el tema que debamos tratar. Lo siento, Lelouch vi Britannia (sí, ya tengo tu nombre verdadero y tu rostro es muy conocido en las redes sociales, tienes muchos fans, enhorabuena), es que, en mi extraña mente, una cosa siempre lleva a otra.

Sobre la pérdida de mi Death Note, nadie la lamenta tanto como yo. Pero, es que, ¿nunca ha tocado el amor a tu corazón?, pero, claro, eso en tu caso, ya que en el fondo siempre has sido bondadoso, al menos en comparación conmigo; en mi caso, al no tener corazón, el amor tocó las fibras de mi virtuoso cerebro, haciéndome imaginar mil escenas de felicidad con aquella princesa andina que tanto me cautivó y que es, además, la causa de que esté varado en este país y no esté en mi natal Japón.

Ahora fracaso en los empleos que consigo y el dinero me es escaso. Vivo en un pequeño cuarto rentado, en los suburbios de Lima, coexistiendo con toda clase de alimañas, que van desde vagabundos drogodependientes hasta zorras de oficio, pasando por niños huérfanos que hacen malabares en los semáforos para ganarse unas monedas y paraplégicos que piden limosna en las aceras.

Lelouch, mi vida ha llegado a un punto patético en el cual me es muy difícil utilizar mi maravillosa capacidad de raciocinio, debido a todas las preocupaciones que debo enfrentar a diario. Confieso que, en tu lugar, iba a invocar a L, pero el tipo es tan moralista e insoportable que, estoy seguro, lo volvería a matar si me saliera con sus inenarrables discursos. Entonces, recordé que muchos nos comparan a ti y a mí, más que todo porque me imitas en algunas cosas, y debes de aceptarlo, así que no dudé más y te envié la carta.

Bien, basta de tanta cháchara y vayamos a lo que nos interesa: el plan.

Me parece una magnífica idea de venganza, salvo por un pequeño detalle, y es que no me interesaría tomar el puesto de ese maldito bávaro. Aunque no lo creas, prefiero seguir viviendo en la miseria a sentarme en ese asiento asqueroso, lleno de cerveza, mierda y semen. Lo que sí podría hacer es vaciar su cuenta corriente, es decir, girarme a mí mismo muchos cheques (por cierto, si deseas también puedes llevarte algunos, aunque, un emperador no necesita de eso, ¿verdad, Lelouch?) por grandes cantidades de dinero, para ello, en la orden que le darás usando tu Geass, deberás decirle, además de que la mierda es rica y nutritiva, que debe firmar toda su chequera. De esa forma podremos hacer lo que queramos y llenarnos de dinero en menos de lo que Ryuk tardaría en burlarse (hablando de Ryuk, lo extraño).

Otra cosa más, la esposa del alemán... verás, Lelouch, siempre fui popular entre las chicas, pero eso era porque, además de ser guapo e inteligente, tenía mucho dinero. Sin ese tercer elemento, al menos en este país, soy menos que nada. Pero si había mujeres que no podía conquistar, esas eran las alemanas; no sé si era por cuestiones de idioma o porque le tienen miedo a los enormes penes que tenemos los nippones. Quiero a la esposa del alemán, su nombre es Trude Ribbentrop, y es una golfa ambiciosa que tuvo la desdicha de cruzarse con ese futuro devorador de excremento, ¿mi idea?, salvarla de su desdicha y de ese pene pequeño que nunca la satisfizo.

Con esos nuevos detalles en tu Geass, me harás el hombre más feliz del mundo.

Sobre recuperar la Death Note, pues te daré la dicha de que te burles de mí un tiempo más. Dejaré pasar más días, para ver qué acciones puedo tomar o qué acciones toma la ladrona. No quiero hacerle nada a la princesa andina, puesto que estoy loco por ella. Ahora entiendo a Misa; es que, tío, podría ser su esclavo si me lo pidiera. Fue por eso que te dije que le dieras mi número telefónico a Villetta, quien, quizás, con su sensualidad extrema, sea la única persona que me quite de la cabeza a aquella condenada mujer, ahora dueña de mi Death Note. Aunque, como bien dices, es muy complicado que me llame, sobre todo si además de mi número telefónico no le diste el número de mi tarjeta de crédito, por ahora, inexistente.

Lelouch, para terminar esta carta de respuesta, debo especificar que te pregunté por C.C porque en el fondo también me gusta y la quiero para mí. Sé que te pondrás como fiera con sólo imaginarla sobre mi ejercitado cuerpo, gozando como jamás gozará contigo, pero, a lo que iba, es que como me gusta, también me interesa que esté bien, por eso fue mi pregunta; lo cual no quiere decir que intentaré arrebatártela, y menos ahora que te darás el trabajo de venir hasta acá a ayudarme con mis problemas, ¿acaso me crees tan malagradecido, querido y respetado amigo imitador?

Junto a la carta te estoy enviando los datos del viaje, la fecha y la hora. Ya está todo pagado, me he quedado sin un centavo; confío en ti, Zero. Hasta pronto.

Con afecto y profundo respeto, Yagami Ligth (Kira - sí, yo también tengo problemas de identidad)