¿La reivindicación del Internet como fuente para conocer gente? (muy personal, creo)
Ufff... empiezo diciendo que no hacía esto desde la época del Latin Chat. Los riesgos que uno tomaba, ¿no?
Esta historia comenzó, como muchas otras, de seguro, y más en estos tiempos, en una ventana de Facebook. Recuerdo que andaba poniendo cosas en su muro, cosas como "qué mal me siento", por poner un ejemplo de su estado emocional de aquel entonces (hace 6 meses, aproximadamente). Se le notaba hundida, desolada e inconsolable. Algunos amigos suyos ponían mensajes alentadores, otros, hombres, aprovechando la situación, le pedían verla para "conversar". Desde mi tribuna expectante, sólo podía deducir dos cosas: la primera, que ella era una completa y absoluta desconocida para mí, no sabía cómo diablos la tenía agregada al Facebook y de seguro ella ni siquiera había notado mi presencia cibernética. La segunda, yo también andaba algo herido por ese entonces, claro, no tanto como ella, que evidentemente estaba mal por la ruptura o mala situación de su relación sentimental, sin embargo me atreví a darle algunas palabras (¿aliento?, ¿compasión?, quizás un simple "a ver qué pasa").
No utilicé su muro, sino su inbox. Le envié un mensaje diciéndole que debe ser fuerte y ya saben qué más, en fin, no soy muy bueno para levantar personas, en realidad lo intenté porque la vi (si cabe el término en andares virtuales) muy mal, cuando se notaba que en realidad era una persona muy alegre y que emitía energías muy positivas (y para que lo diga yo...). En otras palabras, no se estaba victimizando como hacen otros, estaba crudamente mal y debía ser auxiliada. Ella sólo respondió "gracias". Nada más. No hubo más contacto hasta meses después, cuando posteó algo en su muro, algo que me pareció interesante ("¿se debe luchar por amor?") y le planteé el tema en discusión, respondiendo bien a mis argumentos y generando un intercambio inusitado de ideas, que por poco y terminó a las 6 de la mañana.
Con el pasar de los días, nuestra relación pre-amical, entonces cibernética, se fue afianzando, a tal punto que ya estábamos planeando salir a algún lado. Aquí el detalle. Ella tiene enamorado.
Parte de lo que habíamos estado hablando, debatiendo y discutiendo, se debía a que tiene una relación algo difícil con su pareja. Para ser crudos, la relación ya está "en muere", y aunque tal vez me esté equivocando, así lo percibí. También percibí que ella, si bien es cierto estaba dispuesta a luchar, había decidido no forzar las cosas y esperar que el tiempo decida su futuro con la persona que ama. Segundo detalle: aceptar salir conmigo (por más que sea en plan "patas" - aunque no sé qué tan plan "patas" podría ser salir con una persona a la que sólo conoces por la Net) ya es un mal indicativo para esa relación. Y aunque en realidad, siendo moralistas, yo no debí aceptar o provocar tal salida, sabía que nada "malo" pasaría si ella y yo saliéramos, y al final así fue.
Nos encontramos en una esquina de San Isidro. En las fotos, en supuesto las mejores que tiene, de su Facebook, se notaba que poseía una belleza muy peculiar y un sentido del humor altamente contagioso. Eso se reafirmó cuando tuve mi primer contacto físico con ella: el saludo. Dios, sí que es bella, pero más allá de esos innegables atributos, era su forma de ser lo que captaba más mi atención. Cuando nos sentamos a comer "chatarra", no guardó los clásicos cánones de "buenas maneras", mentiría si dijera que comió como una cerda, pues esa era mi parte en el show, simplemente comió como una persona terrenal y no como una "lady", desde ahí yo ya iba percibiendo que algunas distancias se marcaban. Eso era bueno, pensé, creo que en eso no erré. Luego, ya en el karaoke, hice lo que tenía qué hacer. ¡Vamos, no se hagan los giles!, este pechito se defiende con el micrófono, así que tenía que hacerlo, además la idea era pasarla bien y ella, que dicho sea de paso cantaba bastante mejor de lo que imaginé, estaba disfrutando el momento. Aún sin soltarnos al 100%, creo que pasamos una tarde-noche bastante divertida e interesante.
Pero ahora viene el momento de la fría contabilidad:
Factores negativos:
- Mientras conversábamos, yo preguntaba muchas cosas sobre ella, pero ella no preguntaba casi nada sobre mí, dando lugar a que yo hablara solo, y sin que me lo pidan, de cosas mías, mientras ella sólo escuchaba y no indagaba más.
- Durante la noche, solté dos halagos (piropos) claramente definidos, a los cuales ella respondió con un "gracias" y, posteriormente, asintiendo la cabeza y cambiando el tema.
- No me dio pie a nada, lo único que alabó de mí es que "canté bien" (aunque esto podría ser un factor positivo, dependiendo de cómo se mire el asunto).
- La última media hora de la salida ya lindaba con el aburrimiento. Aparentemente, se nos habían acabado los temas para hablar, y yo ya había decidido no seguir preguntando cosas sobre ella, a ver si se animaba a buscar ella un tema (que de hecho tiene todas las aptitudes para hacerlo - me lo demostró en el Facebook varias veces). Eso no sucedió y hablamos muy poco antes de dejar el karaoke.
- Después de ese día, casi ni hablamos (por Facebook), hoy intenté conversar con ella, me dijo que estaba ocupada, pero...
- Esa noche se despidió de mí muy fríamente. Tampoco esperaba un abrazo de media hora, ni un beso a lo telenovela mexicana, pero creo que algo más se pudo hacer.
Factores positivos:
- El hecho de aceptar y hasta hacerme recordar que debíamos salir, cuando tantas otras veces, en tantos otros casos y con tantas otras chicas, si yo no llamaba la cita no se llevaba a cabo.
- La predisposición siempre alegre de pasarla bien, antes que dudar o poner "peros" a mis propuestas.
- Por el hecho de haber conversado sólo sobre ella en casi toda la salida, sé mucho más de ella de lo que pensé saber, al menos hasta hoy.
- En algún momento me habló de personas que la intentan agregar y que ella rechaza, porque "no acepta desconocidos" en su Facebook. También me habló de una persona que ella aceptó por error y que siempre la aburre en la red social, acotando que "conmigo es diferente" la cosa. Creo que ese fue su único halago de la noche, así lo quiero interpretar.
- Si bien es cierto, nuestra última media hora en el karaoke fue "fatal" en cuanto a diálogo, una vez que salimos y la acompañé a tomar su colectivo, volvimos a conversar fluidamente.
- En el karaoke me habló de una canción cuyo nombre ella no recordaba. Casi al final de la salida, se acordó el nombre y me dijo que le hubiese gustado cantar esa canción. Hoy, en su muro de Facebook, puso esa canción diciendo "esa faltó". ¿Cómo interpretar algo así?, no es como para hacerme grandes ideas, pero al menos está pensando en esa noche, y eso es positivo, ¿o no? (ok, me pueden putear por esto).
Dejando de lado la fría contabilidad, hoy noté que su estado de Facebook cambió de "tiene una relación" a "viuda", sin embargo, a pesar que noté, en lo poco que hablamos hoy, que no anda del todo bien, no parece tan afectada como aquella vez que propició mi primer acercamiento virtual hacia ella, en aquel mensaje. Demás está decir que, sí, me gusta, al menos me siento interesado, me gustaría conocer más de ella, pero me parece que hay cierta barrera que ella está poniendo. Podría ser la barrera del "NO ME GUSTAS", no me sorprendería, aunque también podría ser la barrera del "TENGO ENAMORADO"; otra barrera aún más poderosa: "NO ME GUSTAS Y ADEMÁS TENGO ENAMORADO", o tal vez la que más temo: "LO SIENTO, PERO PENSÉ QUE ERAS DIFERENTE, CHAU". No sé qué diablos pasará en los próximos días. Me gustaría decir que le hablaré y retomaremos el contacto que teníamos antes, pero también es muy probable que se haya "desencantado" de mí, de alguna forma. No lo sé, lo cierto es que ese día la pasé muy bien, eso es lo concreto desde mi óptica, habría que ver la suya. En todo caso, en este tipo de situaciones lo mejor es aguardar tranquilo el desenlace de un libro, y ver luego si se puede escribir otro.
Eso de escribir dos libros a la vez me ha costado caro, muy caro.
¿Ustedes qué piensan?, díganlo sin anestesia.