Es increíble cómo somos los humanos. Nos ponen algo llamado "red social", aquel invento que satisfizo nuestra necesidad eterna de hurgar en las vidas de los demás, y lo primero que hacemos cada vez que podemos, es, o hacernos los duros, o querer dar pena a toda costa con tal de que alguien se interese en nosotros. O quizás ambas cosas.
El día de San Valentín es la excusa perfecta para decirle a todo el mundo:
1) LO BIEN QUE TE VA CON TU ENAMORADO (A) A PESAR DE LO MAL QUE TE VA REALMENTE.
2) LO FELIZ QUE ESTÁS ESTANDO SOLTERO (A) CUANDO EN REALIDAD TE PUDRES EN TELARAÑAS.
3) LO TRISTE QUE ESTÁS AL SABER QUE HOY, AL IGUAL QUE TANTOS OTROS AÑOS, NI IRÁS A UN HOTEL, NI RECIBIRÁS CARIÑO GRATUITO.
¿Tan difícil es admitir la verdad?, la mía es la siguiente (y no por eso la publicaré en el Facebook o Twitter), y para eso citaré una frase del gran Fito Páez: "Estoy tranquilo pero herido". A nadie le gusta estar solo, ¡carajo!, ¡¿por qué no lo aceptan?!, sin embargo se puede llevar la fiesta en paz estando solo. No diré más.
Pásenla de la puta madre en este día, lo mismo les deseé ayer y lo mismo les desearé mañana. Este es un día más, sólo pásenla bien, existen mil maneras de hacerlo, pero para eso tienen que empezar por aceptar la verdad.
Yo ya acepté la mía, ¿cuál es la tuya?
Dedicado para todos los que se han encargado de la logística virtual, llamando a la soledad más autocompasiva, creado imágenes alusivas a matar a Cupido, así como también para aquellos que, hipócritamente, cuelgan sus fotitos de supuesta felicidad en cualquiera de los casos que escribí líneas arriba. Muchachos, supérenlo.