martes, 19 de octubre de 2010

Sacudones del octubre morado

Ya era hora

No es mi costumbre subirme al coche del ganador; la verdad es que siempre tuve un gran respeto por Mario Vargas Llosa, pero no es de mis escritores favoritos. Sólo he leido dos obras suyas y cuando se lanzó para presidente yo tenía siete años, así que poco recuerdo. Pero siendo nuestro escritor por excelencia y habiendo tenido una trayectoria repleta de reconocimientos y éxito, me extrañaba que no pudiese alcanzar lo que otros escritores ya ostentaban: un premio Nobel de literatura. Un premio que ya tenía en su palmarés su eterno amigo y rival, Gabriel García Márquez y que ahora el arequipeño, que en algún momento perdió las elecciones ante un tal Alberto Fujimori (lo que demuestra, una vez más, lo idiotas que somos los peruanos), levanta con el orgullo y la sobriedad de un campeón.

Infinidad de reportajes, notas periodísticas, documentales y primeras planas, demuestran lo importante de esta premiación, no sólo para el escritor, sino para todo el pueblo peruano, que una vez más se puede sentir orgulloso de algo. Pero a quien envío mis humildes felicitaciones y sobre todo mis agradecimientos, es a Vargas Llosa. Este tipo de reconocimientos abre las puertas a nuevas visiones foráneas sobre nuestra literatura y, si algún día, tengo el nivel y la valentía para publicar novelas y meterme de lleno en el mundo de la literatura, tendré más oportunidades de las que hubiese tenido antes del 7 de Octubre de este año. Fecha que será recordada como la más importante de la historia literaria peruana. Gracias, escribidor.

La verdadera unidad nacional

Podemos discrepar mucho con Chile, podemos rivalizar en lo que sea, fútbol, gastronomía, licores, exportaciones, lo que sea. Pero hay cosas que de hasta los rivales podemos aprender. La semana que pasó, el país sureño dio una lección de algo que en el Perú a veces parece haberse extinguido, hablo de unidad. No quiero pensar en que una desgracia como la de Copiapó tendría que pasar en el Perú para demostrar que somos unidos o que de hecho no lo somos; pero en cosas mínimas se nota que en nuestra patria cada uno tira para su lado. Sin embargo, cuando el mundo se paralizó, viendo cómo un valiente grupo de rescatistas se adentró 700 metros bajo tierra para sacar, uno a uno, a los mineros atrapados, Chile daba, sin querer, lecciones de organización, calma y sobre todo unión.

El sólo hecho de que el presidente Piñera estuviera presente de principio a fin, es una muestra de que el secreto de los Chilenos no es tanto su "adelanto" tecnológico, o su habilidad para los negocios, sino más bien su capacidad de ir todos en una sola dirección. Hablando específicamente de los mineros, fue realmente conmovedor verlos salir, mientras su familiares miraban con cierta incredulidad a sus vivos seres queridos. Al final, operación exitosa y un hito en la historia del rescate chileno, que de seguro celebrará estas fechas como festivas. Felicitaciones, Chile.

El eterno 70%

No sé si será mi impresión, pero la ONPE me tiene hinchado con su setenta y pico %, que parece eterno; ¿cuándo se supone que, por lo menos, llegarán al 80?, no lo sabemos, lo cierto es que llueven las especulaciones sobre trafas y demás artimañas que pondrían en peligro la legitimidad del escrutinio, que por ahora gana con justicia Susana Villarán. No sé cómo termine esto, pero gane quien gane será una vergüenza mundial, o quizás entremos al record Guinness como la oficina electoral más demorona de la historia. Todo un logro, bravo.

Pusimos la otra mejilla

Fieles a las creencias cristianas, los aficionados volvimos a confiar en nuestros hijos pródigos. Aquellos que alguna vez nos fallaron, pero que prometieron no volver a hacerlo, comprometerse en un proceso serio, al lado de un profesional de primer nivel como Markarián, lo que incrementaba nuestras, de por sí, escasas poisibilidades de llegar al mundial de Brasil. Bueno pues, nos volvieron a fallar, los nombres ya están confirmados, el odiado Reimond Manco, el casi retirado John Galliquio y el reincidente Jefferson Farfán, son los tres inculpados por los sucesos extra-deportivos que tuvieron lugar en Panamá, la noche después de la derrota peruana. En buen cristiano, esos tres mentecatos se mandaron la mansa juerga en un casino de la ciudad, que por supuesto no sólo tenía maquinitas tragamonedas, sino también unas cuantas galifardas dispuestas a ofrecer sus bienes naturales a cambio de lo a que a ellos les sobra, dinero.

Este acto demuestra la "importancia" que los jugadores le dan a la blanquirroja y lo equivocados que estamos todos al pensar que la historia daría un giro después del escándalo del Golf Los Inkas. Los tres jugadores han sido expulsados de manera indefinida e inmediata de la selección, por órdenes del 'mago'. En diversos blogs y foros hay opiniones que apoyan y no, esta severa medida, sobre todo por el valor futbolístico de Farfán, quien fue el mejor de nuestra escuadra en estos cuatro amistosos; y algunos defendiendo la juventud e innegable talento de Manco (sorry Galliquio, sólo 'Chemo' te defendió). Particularmente pienso que si un jugador no está comprometido al 100% con el equipo, simplemente no debe estar en la selección. Algunos piden sólo multas, pues les cuento que una multa no le hace nada a alguien que gana más plata de la que él mismo piensa. La sanción de Markarián, para mí es ejemplar, pero conociéndolo me da la impresión que dejará que las cosas se enfríen y esperará a que, por lo menos, los implicados pidan disculpas públicas, ¿serán capaces?, por el momento Farfán no ha dicho ni "pio" y Manco parece cada vez más chibolo,  no por su carita, sino por lo estúpido que se comporta ante cámaras. Creo que cuando era "jotita" era más maduro. Los hinchas tenemos una ventaja, sólo tenemos dos mejillas.

Pacto con las ánimas

Una vez más, estuve a punto de irme de este mundo; ayer desperté con unos dolores horrorosos y terminé en el Casimiro Ulloa, siendo examinado por diversos doctores y enfermeras que parecían incapaces de dar con mis males; de vez en cuando iba al baño a vomitar lo que no comí (porque no había comido nada), en ese mismo baño, con el que me encotré con Dios hace unos meses, pues ahora adivinen a quién vi, sí pues, al diablo. Resulta que estaba conversando con Dios en algún lugar del parnaso, entonces alguien le informó sobre mis males; la deidad "bondadosa" le dijo: "este gusano ya me hartó, Satán, encárgate pues, no seas malito, dale su buen susto para que se deje de huevadas ...", ni corto ni perezoso, el diablo llegó al baño y se puso ante mí, nuevamente detrás de aquel espejo, como lo hizo Dios ese día. Cuando lo vi quedé impactado, pero me dijo "no te asustes, sólo vine a asustarte".

Luego de un buen rato cuestionándome sobre mi manera de vivir, y harto de mis apologías; el diablo (que al final no fue tan malo), me hizo prometer que a partir de ese momento me cuidaría, que tendría un orden alimenticio, y que dejaría de hacer cosas que me hicieran daño. Me dijo, además, que a la primera que demuestre que la vida me importa poco, regresaría por mí sin esperar a que me dé alguna enfermedad: "total, para algo existen los ataques al corazón". Bueno, mucha atención, porque el sabio de la cola tridente me dio una lista de personas cercanas a mí que estarían siguiendo, de una u otra forma, los mismos pasos, no sé si le estoy faltando la palabra a Satán, pero cumplo con publicar la lista que mencionó, quizás algo mal estén haciendo o sólo deban cuidarse un poco:

Ernesto Nalvarte (sin discusión).
Malvado Dylan (quizás por no pagar derechos de nombre).
Karina Pasco (no tengo idea de lo que estés haciendo).
Angélica Mejía (sigo pensando porqué dijo "cercana" contigo).
Gonzalo Sotomayor (suave tío).
Andrea Jhong (ah, caray).
Andrea Fonseca (lo sabía).
Walter Fonseca (desahuévate).
Carolina Aguilar (ay, Luciana).
Sonia Ruljancic (ya pues, tía, abúrrete de estar en la lista, el diablo ya no sabe qué hacer contigo).
Pepe Cavero R. (te dije, cámbiate de equipo).

Bueno, esa es la lista, no me dijo que les iba a jalar las patas ni que los iba a matar, tampoco me dijo que sean malas personas, sólo me dio a entender que deben de tener cuidado con lo que hacen, así que, cumplí, quizás los esté salvando a costa de mi propio bienestar, así que considérenme un héroe. Por ahora descansaré mis cálculos, esperando a que este post haya servido para distenderse un poco. Si están asustados les recomiendo echar un vistazo a las recomendaciones que hago sobre el blog, están a la derecha, como parafraseando algo sobre mí mismo, o sea ... no lo lean. A cuidarse nomás.